Normalmente terminamos trabajando con un equipo de personas más o menos fijos, aquellos que nos responden bien en la labor que desempeñan y con los que tenemos afinidad. Es una ventaja ya que termina funcionando como una pequeña familia en al que todos nos conocemos.

Pero ¿que ocurre cuando alguno de estos eslabones de la cadena falla por alguna razón…? hay que buscar un suplente y, a pesar de que la isla es pequeña, no siempre sabemos de alguien que tenga los requisitos que necesitamos. De cubrir esta necesidad nace Isla Salitre y con una perspectiva más amplia: dar a conocer al resto del mundo a los profesionales que trabajan en el archipiélago.

Este es el primer paso, compartir para crecer.